La artista con sede en Berlín, Franziska Barczyk, utiliza la distancia y la profundidad para introducirnos en un plano abstracto que juega con los colores y las formas. Son ilustraciones minimalistas de un mundo atemporal en el cual las personas se fusionan con el entorno, creando un silencio penetrante que nos permite reflexionar y disfrutar del color puro y de la geometría del mundo en el que vivimos. Sus temas son variados, desde la música, las relaciones, el amor y la moda.