El siglo del individualismo (The Century of the Self) – Adam Curtis, 2002

nuncalosabre.El siglo del individualismo (The Century of the Self) - Adam Curtis, 2002

«El siglo del individualismo (The Century of the self)», es una serie documental de cuatro capítulos, producida por la BBC en el año 2002 y dirigida por Adam Curtis, que trata sobre la utilización de las teorías y técnicas del psicoanálisis desde las primeras décadas del siglo XX con el propósito de obtener dinero y poder por parte de las grandes corporaciones multinacionales y del poder político. Muchos psicoanalistas dejan de lado el objetivo central de trabajar en pos de la salud mental y mercantilizaron su tarea colaborando con el abyecto fin de fomentar el consumismo como control social a escala planetaria, por medio de la utilización de técnicas subliminales de manipulación del subconsciente.

Adam Curtis, analiza el uso de la psicología de masas y cuenta con el valioso aporte de testimonios de algunos ideólogos de técnicas de manipulación como es el caso del sobrino de Sigmund Freud, Edward Barnays (miembro de la CIA), que explica cómo se logró “identificar” democracia=consumo y cómo desarrollaron la psicología de masas a través de la máscara de las “Relaciones Públicas” para evitar usar la palabra “propaganda”.

Hacia finales del siglo XX, psicólogos de distinta tendencias ajustan las técnicas a medida que van mutando las percepciones subjetivas de los individuos que integran las masas sociales, y la manera de neutralizar a todos los grupos que intentan escapar a las garras de un sistema opresivo al que se denomina hipócritamente “democracia”. La trama del documental, muestra una disimulada pero eficaz persecución a los grupos disidentes por parte de estados gobernados supuestamente por dirigentes de ideologías “liberales – democráticas”.

La pieza documental escapa al amarillismo y a posibles teorías “conspiranóicas”.

Capítulo 1.- Máquinas de felicidad




Capítulo 2.- La ingeniería del consentimiento




Capítulo 3.- Hay un policía en nuestras cabezas que debe ser destruido


Capítulo 4.- Ocho personas brindando en Kettering

El arte de la Anarquía | Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

Flavio Constantini (1926-2013) fue un artista, poeta, escritor e historiador anarquista. Nacido en Roma en 1926. Sus primeras incursiones en el arte fueron motivadas más por la frustración intelectual que por los maestros del arte. Fue la condición humana tal como es representada por Kafka, la que sería la influencia dominante en el mundo de Costantini. Retirado de la Marina en 1955, volvíó a Italia para comenzar una nueva carrera como diseñador textil y artista gráfico comercial. Fascinado por los edificios, eligió Génova como su base de operaciones.
En la década de 1960 y mediados de 1970 una ola de anhelos democráticos llega a Europa. Costantini, que era comunista hasta 1962, después de visitar Moscú durante un mes reconsidera sus posiciones políticas.
«En Moscú fui testigo de un flujo interminable de turistas campesinos que estaban extrañamente silenciosos, ni tristes ni felices, que eran canalizados a través de una desencantada peregrinación inconsciente … La revolución había terminado … En las sórdidas casillas verticales de Nueva York o en las igualmente sordidas casillas horizontales de Moscú, buscando más allá de los lánguidos recuerdos de la vieja Europa, quizás hubiera una alternativa, una voz aislada, pero insistente, una antigua utopía que, sin embargo, no tuviera nada en común con los anhelos Fabianos de H.G. Wells. Desde entonces, desde 1963, he intentado, en el ámbito de mis posibilidades, dar a conocer esta alternativa sin concesiones «.

Por aquel entonces, volvió a leer un libro que algunos años antes no le había gustado, Memorias de un Revolucionario de Víctor Serge. Una descripción del período heroico del ilegalismo, el activismo anarquista francés que destacó a finales del siglo XIX, un libro que iba a ser su fuente de inspiración para las próximas dos décadas. Sintió, como Serge, que aunque preso de contradicciones, los anarquistas franceses eran «personas que exigían, antes que nada, la armonía entre las palabras y los hechos». Eran muy a menudo personas solitarias y aisladas, sensibles a su manera, cuya reacción a la confusión y la alienación era actuar, y que se negaban a someterse.
La obra de Costantini durante estas dos décadas es una documentación de ese período dramático en la lucha de la humanidad por una sociedad libre, una sociedad basada en los principios de justicia social descritos por Bakunin hace más de un siglo: «El triunfo de la humanidad es la conquista y la realización de la plena libertad y el pleno desarrollo material, intelectual y moral de cada individuo, por medio de la libre organización y la espontánea voluntad de la más absoluta solidaridad económica y social entre todos los seres humanos que viven en la tierra«. Como un vitral iluminado por el sol , el impacto de la obra de Costantini es inmediato. Los eventos se capturan sin perspectiva y en un solo plano de una manera sorprendentemente innovadora.
Con el decaimiento de las esperanzas y las expectativas revolucionarias a mediados de 1970, Costantini tuvo la sensación de que estaba presenciando el final de una era. Llegó a creer que el acto revolucionario como un medio catártico de lograr una buena sociedad ya no era posible, sin grave riesgo de hundirse en un mar de anomia.
Su desencanto ante la desesperanza de la condición humana en el capitalismo tardío se expresa en las temperas finales de la serie revolucionaria a través de un simbolismo de matriz kafkiana. Una de estas pinturas representa la habitación en la que fueron asesinados el zar y su familia. El mobiliario se ha eliminado y la habitación está vacía: sólo en el fondo, los impactos de balas en la pared indican que ha ocurrido algo irreversible. La mayoría de las pinturas de esta etapa de su trabajo fueron reproducidas en su libro El arte de la Anarquía.

Tal vez con la intención de amortiguar en sí mismo los efectos de este cambio radical en su pensamiento, en 1980, Costantini comenzó a sumergirse en una serie de retratos de los autores que habían contribuido a su comprensión del mundo. Cada uno se acompaña de objetos asociados con el retratado, o que fueron un tema importante en su trabajo. Kafka se muestra con su escarabajo; Poe con una botella de whisky Jack Daniels; Stevenson con una gaviota, salvavidas y la imagen de un asesinado; Conrad con un compás y una fotografía de un barco de vapor, y así sucesivamente.

A mediados de la década los 80, otro tema surge de ese período de introspección, una profunda alegoría, también de tradición kafkiana, representada por el hundimiento del Titanic. El año en que ocurrió la tragedia, 1912, fue un año portentoso y fundamental, en opinión del artista, en la historia del mundo contemporáneo.
Además de El arte de la Anarquía, las obras gráficas de Flavio Constantini han ilustrado una serie de clásicos de la literatura en lengua italiana.
Flavio Constantini falleció el 20 de mayo de 2013, este artículo es un extracto del publicado por Stuart Christie, en su página Christie Books.

Galería

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

nuncalosabre.El arte de la Anarquía - Flavio Constantini

La Commune (1999) – Peter Watkins

nuncalosabre. La Commune (1999) -  Peter Watkins

«La Comuna» de París 1871 de Peter Watkins, es una película que relata los hechos acontecidos en Paris durante el levantamiento de los Comuneros. Peter Watkins hace una representación de la Comuna 1871, relacionando con datos y estadísticas actuales y con la situación general que se vive en Francia, pero Watkins critica el colonialismo de la época de la Coumna con el Imperialismo actual, también la mano de obra barata con la actual inmigración, el capitalismo en su dimensión general y una crítica severa a los mass media, la industria cinematográfica comercial etc etc. En definitiva una película de la crisis sistémica que ya es un hecho a día de hoy.
Ficha técnica:

Titulo original: La Commune-La Comuna.
Dirección: Peter Watkins
Guión: Peter Watkins, Agathe Bluysen
Fotografía: Odd-Geir Saether
Cámara: Odd-Geir Saether
Auxiliar de cámara: Galatée Politis
Montador: Damiel Mansion
Sonido: Jean-François Priester
Productor ejecutivo: Paul Saadoun
Productora: 13 Productions / La Sept-Arte / Le Musée d’Orsay
Idioma: Francés con subtítulos castellano
País de producción: Francia
Año: 1999
Duración: 345 min.


Catastoika

nuncalosabre.Catastoika

Guión / Dirección: Aris Chatzistefanou, Katerina Kitidi
Asesor científico: Leonidas Vatikiotis
Producción: Thanos Tsantas
Edición: Aris Triantafyllou
Música: Active Member, Ermis Georgiadis
País: Grecia
Año: 2012
Duración: 87 min.



Sinopsis:

Era por el principio de 1989, cuando el académico francés Jacques Rupnik se sentó en su oficina para preparar un informe sobre el estado de las reformas económicas en la Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov. El término que usó para describir los últimos respiros del imperio era el de “Catastroika”. En la época de Yeltsin, cuando Rusia estableció probablemente el experimento de privatización más grande y con menos éxito en la historia de la humanidad, un grupo de periodistas de The Guardian dio un significado diferente al término de Rupnik. “Catastroika” se convirtió en sinónimo de la destrucción completa del país por fuerzas del mercado, la venta de la propiedad pública y la excesiva deterioración del nivel de vida de los ciudadanos. La unidad de medida de Catastroika era el desempleo, el empobrecimiento social, la baja expectativa de vida y la creación de una nueva liga de oligarcas que tomó el mando del país. Unos años más tarde, un esfuerzo similar de privatización masiva de la propiedad pública que se realizó en Alemania unida (se presenta como modelo para Grecia) era responsable de millones de desempleados y los escándalos más grandes en la historia de Europa.

Es esta misma “Catastroika” la que vendrá pronto por Grecia, la “última Unión Soviética de Europa”, como la llaman los diputados y los ministros del ex-gobierno “socialista” del país. Catastroika es la lógica secuela y continuación de nuestro primer documental “Debtocracy”, en el que se examinaron las causas de la crisis de endeudamiento en Grecia y en la periferia de Europa.
Sin embargo, Catastroika no es un virus que ataca sólo a los países que cambian radicalmente su sistema económico (como Rusia) o los países bajo una ocupación económica. En realidad, los ejemplos de privatización con menos éxito ocurren en poderes económicos que teóricamente pueden controlar las consecuencias negativas.
Catastroika se encuentra en Gran Bretaña en la era después de Thatcher, donde los ciudadanos fallecen en accidentes de la red ferroviaria privatizada. Se encuentra en el privatizado y liberalizado sector de correos holandés, donde se han quitado miles de puestos de trabajos y el cartero llega dos o tres veces por día. Se encuentra hasta en California, donde los ciudadanos se han quedado sin electricidad con la desregularización del mercado de energía.
Pero las consecuencias más graves y terroríficas ocurren en países que han caído en la trampa de entidades crediticias del extranjero y que están obligadas a proceder a privatizaciones masivas. La venta de la propiedad pública que se realiza en Grecia, ha sido probada varias veces en circunstancias similares. Los responsables de la venta de utilidades públicas en países de América Latina han trasladado sus oficinas a países de la periferia europea y los mejores de ellos visitan a Atenas los últimos meses.
El proceso es siempre el mismo: al principio, el gobierno, con la colaboración de los medios de comunicación masivos, empieza un ataque fuerte a los funcionarios. Los presentan como responsables de todos los males económicos del país. El mito de un sector público con demasiados funcionarios se basa casi siempre en datos manipulados de organizaciones que apoyan al gobierno y que se apoyan por el gobierno actual. Simultáneamente, algunas organizaciones públicas se dejan a propósito sin ningún apoyo, desesperando a los ciudadanos por su falta de eficiencia. El proceso acaba con la venta incluso de las organizaciones más rentables por un porcentaje mínimo de su valor verdadero.
El equipo de Catastroika viaja por muchos países en busca de imágenes, información y material sobre los programas de desregulación y privatización que se han realizado en el llamado mundo “desarrollado”. El resultado final de la investigación no es ni blanco ni negro. El “carácter social” del sector público contra una cara inhumana del mercado libre es tan simplista como las teorías de Milton Freedman sobre la necesidad de privatización hasta del aire que respiramos. Sin embargo, el caso de Grecia supera el debate simple y teórico sobre el papel del país en la economía.

Economía del bien común – Christian Felber


Christian Felber es un profesor universitario de economía austríaco, escritor y divulgador en materias de economía y sociología. Es especialista en economía sostenible y alternativas para los mercados financieros. Ha desarrollado un nuevo modelo internacional económica denominado Economía del bien común (Gemeinwohl-Ökonomie). Es miembro fundador del movimiento de justicia global Attac en Austria e iniciador de la denominada Banca Democrática.
El modelo conocido como Economía del Bien Común es presentado por Christian Felber, como un alternativa teórica al capitalismo de mercado y a la economía planificada. Aunque el modelo parte de unos criterios generales es un modelo abierto que se debe ir construyendo entre todos.

Principios generales
Según indica la Constitución de Baviera en su artículo 151:
Toda actividad económica sirve al bien común.
Por tanto el objetivo es adaptar la economía real capitalista (donde priman valores como el afán de lucro y la competencia) a los principios constitucionales que recoge, entre otras, la Constitución de Baviera.
El economía del bien común se debe regir por una serie de principios básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión, entre otros.
Para los defensores de la economía del bien común aquellas empresas que les guíen esos principios y valores deben obtener ventajes legales que les permitan sobrevivir a los valores del lucro y la competencia actuales
La economía real actual se mide el éxito económico con valores o indicadores monetarios: producto interior bruto, beneficios que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos. Estos indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, se vive en una dictadura, si sobreexplotamos el medio, etc. De la misma manera una empresa que tenga beneficios no nos indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que produce ni como lo produce.
El balance del bien común mide como una empresa vive: la dignidad humana, la solidariadad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica, la democracia con todos sus proveedores y clientes.
Finalmente, la evaluación de esos valores podrá permitir al consumidor escoger los productos.
Además plantean un límite a la propiedad privada y a la herencia.
Implantación del modelo
La implantación del modelo teórico se inició en octubre de 2010 con un grupo de empresas de varios que participan activamente cumpliendo voluntariamente los requisitos de la economía del bien común. El grupo se ha convertido en un movimiento político que presiona al gobierno para que los principios teóricos se plasmen definitivamente en leyes.

Pirámide del Sistema Capitalista

nuncalosabre.Pirámide del Sistema Capitalista
Cartel de 1911 de propaganda izquierdista, firmado por «Ediciones La Internacional». Enmarcado en la propaganda anticapitalista, es un producto típico de la corriente didáctica del izquierdismo y caricaturiza los diversos estratos sociales del sistema: en la cima, el Estado (We rule you, te gobernamos), más abajo, las doctrinas e instituciones religiosas -el opio del pueblo, (we fool you: te idiotizamos, te enajenamos); le siguen el ejército, la policía y las fuerzas del orden (we shoot at you : te disparamos), para continuar con la burguesía, enfrascada en los excesos del bienestar y dulce holganza (we eat for you: nos comemos lo tuyo, o comemos por tí). Sosteniendo la pirámide los miembros de la clase obrera (we work for all, we feed all: “hacemos todo el trabajo, alimentamos a todos”.) El acento emotivo-sentimental lo pone la pobre niñita muerta de hambre, la víctima del sistema. El discurso sigue siendo absolutamente válido para  nuestros días, no habiendo perdido ni un ápice de rabiosa y dolorosa actualidad. We control you.