Con el tulipán como símbolo elegido de protesta contra el excesivo poder de la economía y el concepto de «especulación financiera», el artista argentino Francisco Bosoletti combina el estilo clasicista con una pizca de conciencia social en sus impresionantes murales. La flor poética y elegante, juega con las figuras humanas, conservando la metáfora de sus pinturas, y manteniendo un discurso de coherente humanidad. Elementos pictóricos en los que los dos componentes, lo humano y lo reflexivo, emergen con fuerza y se hacen cargo de la dimensión realista.
All images © Francisco Bosoletti