Patos de goma alineados perfectamente. Mil sellos pegados en la pared del dormitorio. Una pirámide de dedales tirada al suelo. Estas son sólo algunas de las rutinas obsesivas de Luka, sus juegos diarios, bajo la mirada ansiosa de su hermana, Lucy. Lucy piensa que Luka necesita ser reparado cada vez que perturba su rutina, Luka se desmorona. Literalmente. Una noche Lucy finalmente pierde la paciencia y se escapa. Tropieza en el bosque y descubre a un soldado hecho de piezas de relojería en una choza. Cuando descubre cómo arreglar la cabeza, Lucy cree que ha encontrado la solución a sus problemas en casa.
Un corto inspirado en las experiencias de Jessica Ashman de crecer con un hermano pequeño que tiene autismo.