A la ilustradora holandesa Marjolein Caljouw le encantaba dibujar desde que pudo sostener un lápiz. Empezó a leer a una edad muy temprana y se sintió atraída por los libros. Escribió sus propias historias y pequeños poemas ilustrados y también dibujaba en sus diarios. El dibujo para Marjolein es una manera de capturar los momentos de la vida y organizar sus pensamientos.